En primer lugar, la ampliación de rutas y frecuencias parece positiva, pero "carece de una visión integrada con otros medios de transporte". Zaragoza arrastra problemas crónicos de congestión y contaminación, y un aumento de autobuses sin priorizar carriles exclusivos podría agravar el caos circulatorio. La falta de mención a infraestructuras complementarias (como carriles bus protegidos o intermodalidad efectiva) sugiere que el plan se centra en lo cuantitativo, no en lo cualitativo.
Además, el anuncio omite detalles clave: "no especifica el presupuesto asignado ni el origen de los fondos". En un contexto de ajustes municipales, ¿se garantiza la sostenibilidad económica del proyecto? Tampoco se aclara si toda la flota será renovada con vehículos eléctricos desde el primer momento, no debemos olvidar que circulan decenas de vehículos obsoletos y diesel altamente contaminantes, algo esencial para cumplir con los objetivos climáticos europeos. La transición ecológica no puede ser una nota a pie de página en un proyecto de esta envergadura.
Otro punto crítico es la "temporalidad": ¿por qué esperar para implementar cambios urgentes? La ciudad ya sufre hoy una oferta de transporte insuficiente en barrios periféricos, como Delicias o San José, cuyos vecinos llevan años reclamando mejoras. Retrasar las soluciones en algunos casos años, alimenta la desconfianza en la capacidad de gestión política.
Finalmente, el plan parece diseñado desde un escritorio, "sin participación ciudadana estructurada". Aunque se mencionan "encuestas de satisfacción", no hay mecanismos claros para incorporar las necesidades reales de los usuarios en el rediseño de rutas. Sin diálogo con la población, se corre el riesgo de repetir errores del pasado, como líneas redundantes o horarios ineficientes.
No debemos olvidar que quienes han de prestar el servicio carecen de toda información, de hecho la falta de personal por las malas condiciones de trabajo con horarios que impiden la conciliación laboral y familiar y el dictamen de la empresa que se caracteriza por el ordeno y mando, imposibilitan que a corto o medio plazo nadie quiera trabajar en la empresa. Osea, faltan conductores, y muchos. No se debe olvidar que el salario, además cada vez es mas exiguo al subir el el salario mínimo interprofesional y carece por tanto de aliciente para nuevas incorporaciones ¿Quien quiere trabajar todos los días del año, sábados y domingos, pilares, navidades etc por un salario poco mayor que en una fábrica?
En conclusión, el nuevo servicio de autobús zaragozano podría ser un paso adelante, pero "su éxito dependerá de corregir las omisiones": inversión en infraestructura, sostenibilidad ambiental, transparencia financiera y, sobre todo, escuchar a quienes usan el transporte a diario, así como quienes trabajan en el. De lo contrario, quedará en otro proyecto fallido que hará mas ricos a los Mejicanos.
En conclusión, el nuevo servicio de autobús zaragozano podría ser un paso adelante, pero "su éxito dependerá de corregir las omisiones": inversión en infraestructura, sostenibilidad ambiental, transparencia financiera y, sobre todo, escuchar a quienes usan el transporte a diario, así como quienes trabajan en el. De lo contrario, quedará en otro proyecto fallido que hará mas ricos a los Mejicanos.
Sattra - Información | Imagen Agencia social Sattra