martes, junio 24

Reflexión crítica sobre la asamblea del comité de empresa del 24 de junio

La asamblea del comité de empresa del transporte urbano de Zaragoza, celebrada en las instalaciones de Comisiones Obreras, ha comenzado con retraso para dar tiempo a todos los trabajadores a llegar. Aunque el acto estaba convocado a las 10:00 horas, no fue hasta las 10:15 cuando dio comienzo, y para entonces, la sala —pequeña y sin apenas afluencia— era prácticamente un encuentro entre los miembros del comité. La escasa presencia de trabajadores evidencia una desconexión cada vez mayor entre quienes representan y quienes son representados.

El presidente del comité abrió la reunión repasando punto por punto la plataforma actual, pero no aquella que ya fue aprobada y posteriormente desinflada sin recibir contraprestación alguna por parte de Avanza. Su discurso, monótono y sin chispa, no parecía transmitir urgencia ni motivación, sino más bien resignación. Lo que debería haber sido un análisis crítico de lo ocurrido hasta ahora y una propuesta renovada de cara al futuro, se quedó en una lectura mecánica de puntos ya conocidos, como si estuviéramos ante una especie de ritual burocrático más que ante una herramienta de lucha real.

La primera intervención significativa llegó poco después de las 11:00 horas, cuando tomó la palabra nuestro grupo, SATTRA. Expusimos nuestra postura clara: apoyaremos cualquier iniciativa que beneficie realmente a los trabajadores, ya fuera económica o social. Pero esta actitud dialogante no fue bien recibida por el presidente del comité, quien mostró su malestar con nuestra forma de trabajo. No nos criticó por nuestro contenido, sino por cómo nos comunicamos con la plantilla: por informar a todos y hacerlo muchas veces con un tono cercano, incluso humorístico, acompañado de imágenes que ayudan a entender mejor las cosas. Esa reacción dice mucho sobre cierta visión del sindicalismo, alejada de la realidad de los trabajadores.

Lo que vino después fue aún más llamativo. El resto de grupos actuaron coordinadamente, como si hubieran pactado antes de la asamblea qué decir y cómo atacarnos. Nos acusaron de no apoyar ciertas medidas, como bajar la plataforma de reclamaciones sin exigir nada a cambio a la empresa. Pero ¿de verdad eso es defender los intereses de los trabajadores? ¿Aceptar a menos, a cambio de nada? Nuestra postura siempre ha sido clara: no somos contrarios al acuerdo, sino al mal acuerdo. Y parece que esa idea no gusta en algunos sectores del comité.

Durante buena parte de la mañana, el debate se centró en atacarnos a nosotros, incluso mencionando a compañeros ausentes, como si se tratara más de un juicio que de un espacio de diálogo. En varias ocasiones, nuestro compañero del taller y vocal del comité intentó tomar la palabra para defenderse de acusaciones infundadas, pero le fue sistemáticamente negada la oportunidad. Esto pone de manifiesto un problema grave: la falta de democracia interna y respeto al derecho a réplica.

Al finalizar la mañana, no había ninguna propuesta firme que mejorará la situación laboral de la plantilla. Solo quedaba el miedo colectivo del comité a que salgan los pliegos sin negociación posible. Pero también surge la pregunta necesaria: ¿realmente está negociando algo el comité actual?

La tarde transcurrió con más calma, aunque sin grandes novedades. Tras una nueva lectura de los mismos puntos de la mañana, se nos volvió a dar la palabra. Finalmente, cerca de las 19:00 horas, el presidente cerró la asamblea con una declaración tímida: “quizá haya que hacer paros si antes de septiembre no hay propuestas de la empresa”. Palabras que suenan a excusa más que a compromiso. Luego nos dirigimos a la concentración en Plaza Aragón, donde sí había más presencia de trabajadores, pero fuera del marco institucional del comité.

En resumen, este encuentro no logró ser una herramienta útil para avanzar en derechos ni en dignidad laboral. Más bien sirvió para confirmar que hay una dinámica interna en el comité que prioriza el control, la confrontación y la señalización frente al debate abierto, transparente y orientado al interés general. Mientras sigamos viendo este tipo de comportamientos, será muy difícil construir una alternativa sólida y efectiva que defienda de verdad a los trabajadores del transporte urbano de Zaragoza.

Sattra - Información | Enlace documento original | Imagen - Agencia social Sattra