La jornada comenzó con un almuerzo matutino digno de recordar: una mesa repleta de embutidos variados y huevos fritos recién hechos, acompañados de refrescos de todos los tipos. Fue el preludio perfecto para una jornada que prometía seguir con el mismo espíritu festivo.

Poco antes de las tres de la tarde, llegó el turno del plato fuerte: una exquisita paella preparada por las manos expertas de Nines, con algún que otro apoyo puntual, se convirtió en la protagonista del mediodía al deleitar a todos los asistentes con su receta tradicional, cargada de sabor y mimo. El aroma del arroz cocinado a fuego lento y la variedad de ingredientes hicieron que no quedara ni un solo grano en los platos.

Tras el postre:


—una tarta dulce que puso el broche final a la comida—
llegó el momento más emocionante de la tarde: el sorteo de un jamón ibérico. Con los números repartidos entre los asistentes, la tensión creció hasta que se anunció el ganador. La suerte sonrió a Angi, quien celebró con alegría al ver que su número, el 4, era el agraciado.

El día concluyó con la satisfacción de haber compartido horas inolvidables, rodeados de buenos compañeros y una atmósfera cargada de cercanía. La familia Sattrera, sus afiliados, demostró que, cuando se une el esfuerzo colectivo y la pasión por lo simple pero auténtico, cualquier celebración se convierte en un recuerdo imborrable.

¡Hasta el próximo encuentro!