viernes, octubre 31

Nuevo pliego del transporte urbano de Zaragoza: cambios en líneas y autobuses

El Ayuntamiento de Zaragoza ha presentado una reforma integral del sistema de autobuses urbanos, que entrará en vigor con el nuevo contrato de transporte. El objetivo principal, según el ayuntamiento, es mejorar la calidad del servicio, aumentar la cobertura, reducir solapamientos entre líneas, mejorar la accesibilidad y acelerar la transición energética.

Datos generales del sistema actual:
  • 34 líneas diurnas y 7 nocturnas (estas últimas operan los sábados y festivos).
  • Se realizan 338.515 recorridos diarios, de las cuales el 25 % son trasbordos.
  • La línea más usada es la 21, con 22.617 validaciones diarias.
  • La línea más larga es la 28, con casi 32 km de recorrido.

Principales novedades del nuevo diseño:
  • Todas las líneas funcionarán al menos de 7:30 a 21:30, aunque muchas amplían su horario (algunas empiezan antes de las 5:00 y terminan pasada la 1:00).
  • Se introduce un servicio a demanda “puerta a puerta” que conectará barrios con 7 hospitales de la ciudad.
  • Se mantienen 10 autobuses adaptados para personas con movilidad reducida severa (PMR).
  • Se apuesta por mayor frecuencia en las líneas más transitadas, uso de autobuses articulados (de 18 metros) en rutas con alta demanda, y mejora de la velocidad comercial (km/h efectivos recorridos).

Ejemplos destacados:
  • Línea 21 (Barrio Jesús–Oliver–Miralbueno): la más utilizada, con un autobús cada 5,6 minutos.
  • Líneas circulares (Ci1 a Ci4): cubren la ciudad en bucle, con frecuencias entre 5 y 6 minutos y alta demanda.
  • Líneas periféricas o de baja demanda (como la 43, 55 o C1): tienen frecuencias más espaciadas (cada 15–30 minutos) y horarios más reducidos.
  • Líneas rápidas: como la 25 o la 59, con velocidades comerciales superiores a 18 km/h, gracias a recorridos más directos y menos paradas.

El nuevo plan de reordenación de las líneas de autobús en Zaragoza, presentado con objetivos loables —mejorar la cobertura, reducir solapamientos, aumentar la velocidad comercial y avanzar en la transición energética— adolece de una falta grave de perspectiva social y laboral: los conductores, pieza fundamental del sistema, han sido completamente ignorados en el proceso de diseño.

Mientras se detallan con precisión técnica recorridos, frecuencias, tipos de vehículos y proyecciones de uso, no se menciona en ningún momento la situación de la plantilla que hará posible este nuevo modelo. Esto es especialmente grave si consideramos que los trabajadores del transporte público en Zaragoza, mal representados por los sindicatos amarillos, ya han expresado su profundo malestar en voz del sindicato más reivindicativo: SATTRA, con las condiciones laborales impuestas por la actual concesionaria, Avanza Zaragoza.

Según denunciamos en SATTRA, la dirección de Avanza aplica un modelo de gestión autoritario y castrense, donde las sanciones —incluyendo días de empleo y sueldo— se imponen de forma desproporcionada, sin diálogo ni consideración por el bienestar de los trabajadores. Este clima laboral tóxico no solo afecta a la calidad de vida de los empleados, sino que compromete directamente la calidad del servicio público: un conductor agotado, desmotivado o temeroso de represalias no puede ofrecer un servicio seguro, eficiente ni humano.

Peor aún: el nuevo contrato del transporte, que entrará en vigor, no aclara qué sucederá con esta plantilla mal pagada y maltratada. ¿Se mantendrán sus malas condiciones tras la transición? ¿Se respetará el mal convenio colectivo firmado bajo protesta de SATTRA? ¿O se aprovechará el cambio de concesionario para precarizar aún más el empleo? La ausencia total de respuestas a estas preguntas revela una visión tecnocrática y deshumanizada de la movilidad urbana, donde los ciudadanos aparecen como "usuarios" y los trabajadores como meros engranajes prescindibles.

Un sistema de transporte público de calidad no se mide solo por la velocidad comercial o el número de paradas, sino por la dignidad con la que se trata a quienes lo hacen funcionar cada día. Mientras el Ayuntamiento y los planificadores ignoren esta dimensión, cualquier reforma estará condenada a ser incompleta, injusta y, a la larga, insostenible.

SATTRA - Información | Documento original | Pliego original |Imagen - Agencia social SATTRA